Irán turismo, viajar a Irán
Irán
Lo más impactante de Irán es la belleza arquitectónica del antiguo Imperio Persa, que ha dejado uno de los más bellos legados históricos del mundo. Lugares míticos como Susa o Persépolis encandilarán al viajero que visite este espléndido país. Isfahán, Yazd, Shiraz y Kermán son claros ejemplos de los tiempos en que la Ruta de la Seda era la vía de comunicación más importante del mundo. El exotismo, imponentes palacios y mezquitas, el misterio de las mil y una noches y los populares bazares donde adquirir artesanía, hacen de Irán un maravilloso destino turístico, donde poder disfrutar de unas inolvidables vacaciones.
Clima
El clima iraní se caracteriza por el contraste entre el sofocante verano y el largo y frío invierno. Los meses más calurosos del año son junio y julio, con temperaturas que varían entre los 35 ºC y 45 ºC y ocasionales y fuertes chaparrones. Durante el invierno (diciembre-marzo) son frecuentes las nevadas y las temperaturas llegan a ser de -5 ºC a -20 ºC, aunque los días pueden ser un poco más templados en el interior del país. Por esto, la mejor época para visitar el país es entre abril-junio y septiembre-noviembre; es decir, otoño o primavera, evitando los calores sofocantes y los crudos fríos.
Irán se encuentra al suroeste de Asia, que limita al norte con Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán y el mar Caspio, al este con Afganistán y Pakistán, al sur con el golfo de Omán, el estrecho de Ormuz y el golfo Pérsico, y al oeste con Irak y Turquía. Su extensión es de 1.648.000 kilómetros cuadrados y su capital es Teherán. Este país es uno de los mayores productores de petróleo del mundo.
Los requisitos de entrada para la gran mayoría de los visitantes son un pasaporte vigente y un visado. Este último se recomienda tramitarlo con bastante tiempo de anticipación, ya que el costo es elevado y las normas para obtenerlo son un tanto confusas. Una vez en Irán, el tiempo de estadía permitido por la visa puede ser extendido.
La moneda oficial del país es el Rial iraní (IRR), aunque el “toman” es utilizado actualmente con un valor equivalente a 10 Riales y en muchos de los estados del país, los precios están especificados en “toman” en vez de Riales. Lo más recomendable es viajar con dólares norteamericanos y convertirlos en la moneda local en bancos, grandes ciudades o cambistas callejeros.
Teherán es la capital de Irán y uno de sus atractivos más peculiares son las numerosas zonas ajardinadas que se encuentran en la ciudad, además de los mejores museos del país, como el Museo Preislámico y el Museo Islámico, donde se exiben algunos de los mejores hallazgos arqueológicos de lasque fueron capitales aqueménidas, Susa y Persépolis.
También merece una visita especial el Museo de las Alfombras, ya que las alfombras iraníes destacan por su calidad y belleza. Las que fueron residencias y palacios del último Sha y su familia han sido transformadas también en museos, losdel Sa'd Abad. En un viejo caserón del siglo XIX se exhiben frascos para perfumes, las botellas para almacenar lágrimas y cerámicas de todas las épocas, algunas de las piezas de artesanía más curiosas que el viajero podrá adquirir como recuerdo de su paso por el país.
Destaca, además, el Museo Nacional de Joyas que se encuentra en los sótanos de un banco y exponen al público piezas de gran belleza, como el diamante rosa más grande que se conoce, el Darya-i-Nur, de 182 quilates, miles de esmeraldas, perlas, rubíes y las piedras preciosas más raras. La mejor panorámica de la ciudad, la descubirá el viajero desde el telecabina de Tochal, situado a 3.933 metros de altura y desde donde podrá ver el nevado volcán Damavand.
En Esfahan contrastan el clima árido y sofocante con los hermosos jardines, puentes y azulejos, típicos de las construcciones persas y arábigas, dando a la ciudad un ambiente especial, ideal para pasear por los bazares y soñar en la frescura de los jardines. Los lugares más interesantes para visitar en esta ciudad ubicada a 400 km al sur de Teherán son la catedral de Vank, centro histórico-religioso armenio, la plaza del Imam Jomeini, una de las más grandes de todo el mundo; el Museo y parque Chehel Sotun, que data del s. XVII y es ideal para relajarse y disfrutar de un pic- nic; y la mezquita del Imam, una atractiva edificación cubierta con los famosos azulejos. Una visita a la ciudad no estaría completa sin pasar por una de las casas de té ubicadas bajo los puentes.
Bam, un oasis en medio del desierto, es una atractiva población donde abundan los eucaliptos y las palmeras datileras. Todavía se conservan algunas estructuras anteriores al siglo XII y la ciudad está completamente deshabitada, pero hay algunos lugares para visitar como la casa del hielo, donde se almacenaban bloques de hielo durante el invierno para tener agua en verano, la guarnición, cuyo eco servía como forma de amplificar el sonido, y la ciudadela interior, construida dominando el paisaje.
La magnífica Persépolis fue construida en el 512 a.C. para servir como complejo palaciego y, actualmente, se pueden visitar las ruinas que de ella quedaron luego de un incendio sucedido aproximadamente 150 años después de su fundación. En 1979 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Algunos de los lugares para visitar acá son la sala de las cien columnas, utilizada por Darío I para sus recepciones, el complejo palaciego de Apadana, donde los reyes recibían visitantes y daban fiestas, y la puerta de Jerjes, cubierta de inscripciones en lenguas antiguas.
Shiraz, una de las principales poblaciones del mundo islámico durante la Edad Media y antigua capital de Irán fue considerada cuna del estudio, la poesía y el vino. Actualmente se puede disfrutar del ambiente calmo y relajado de la ciudad mientras se pasea por los jardines, las arboladas avenidas y se visitan hermosas mezquitas. Algunos de los lugares más destacados de Shiraz son el Museo Pars, que exhibe reliquias de los tiempos de los Zand; la tumba y jardín de Hafez; el jardín de Eram, donde se puede visitar un palacio decimonónico; y el mausoleo del sha Cheragh, al que acuden cientos de chiítas en peregrinación.
Festivales
Es importante tener en cuenta la fecha de las celebraciones musulmanas –regidas por el calendario lunar-, ya que muchos establecimientos permanecen cerrados durante ellas. Los principales festejos son el mes de ayuno del Ramadán, que culmina con el banquete del Eid-e Fetr; el aniversario de Mahoma y la conmemoración de la designación del imán por parte del profeta, el Gadir-e Jom. La celebración de la Victoria de la Revolución Islámica de Irán (11/02), la conmemoración de la muerte de Jomeini y el Año Nuevo Iraní (Now Ruz), entre el 21 y el 24 de marzo; son otras de las celebraciones que vale la pena presenciar.
Lo más impactante de Irán es la belleza arquitectónica del antiguo Imperio Persa, que ha dejado uno de los más bellos legados históricos del mundo. Lugares míticos como Susa o Persépolis encandilarán al viajero que visite este espléndido país. Isfahán, Yazd, Shiraz y Kermán son claros ejemplos de los tiempos en que la Ruta de la Seda era la vía de comunicación más importante del mundo. El exotismo, imponentes palacios y mezquitas, el misterio de las mil y una noches y los populares bazares donde adquirir artesanía, hacen de Irán un maravilloso destino turístico, donde poder disfrutar de unas inolvidables vacaciones.
Clima
El clima iraní se caracteriza por el contraste entre el sofocante verano y el largo y frío invierno. Los meses más calurosos del año son junio y julio, con temperaturas que varían entre los 35 ºC y 45 ºC y ocasionales y fuertes chaparrones. Durante el invierno (diciembre-marzo) son frecuentes las nevadas y las temperaturas llegan a ser de -5 ºC a -20 ºC, aunque los días pueden ser un poco más templados en el interior del país. Por esto, la mejor época para visitar el país es entre abril-junio y septiembre-noviembre; es decir, otoño o primavera, evitando los calores sofocantes y los crudos fríos.
Irán se encuentra al suroeste de Asia, que limita al norte con Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán y el mar Caspio, al este con Afganistán y Pakistán, al sur con el golfo de Omán, el estrecho de Ormuz y el golfo Pérsico, y al oeste con Irak y Turquía. Su extensión es de 1.648.000 kilómetros cuadrados y su capital es Teherán. Este país es uno de los mayores productores de petróleo del mundo.
Los requisitos de entrada para la gran mayoría de los visitantes son un pasaporte vigente y un visado. Este último se recomienda tramitarlo con bastante tiempo de anticipación, ya que el costo es elevado y las normas para obtenerlo son un tanto confusas. Una vez en Irán, el tiempo de estadía permitido por la visa puede ser extendido.
La moneda oficial del país es el Rial iraní (IRR), aunque el “toman” es utilizado actualmente con un valor equivalente a 10 Riales y en muchos de los estados del país, los precios están especificados en “toman” en vez de Riales. Lo más recomendable es viajar con dólares norteamericanos y convertirlos en la moneda local en bancos, grandes ciudades o cambistas callejeros.
Teherán es la capital de Irán y uno de sus atractivos más peculiares son las numerosas zonas ajardinadas que se encuentran en la ciudad, además de los mejores museos del país, como el Museo Preislámico y el Museo Islámico, donde se exiben algunos de los mejores hallazgos arqueológicos de lasque fueron capitales aqueménidas, Susa y Persépolis.
También merece una visita especial el Museo de las Alfombras, ya que las alfombras iraníes destacan por su calidad y belleza. Las que fueron residencias y palacios del último Sha y su familia han sido transformadas también en museos, losdel Sa'd Abad. En un viejo caserón del siglo XIX se exhiben frascos para perfumes, las botellas para almacenar lágrimas y cerámicas de todas las épocas, algunas de las piezas de artesanía más curiosas que el viajero podrá adquirir como recuerdo de su paso por el país.
Destaca, además, el Museo Nacional de Joyas que se encuentra en los sótanos de un banco y exponen al público piezas de gran belleza, como el diamante rosa más grande que se conoce, el Darya-i-Nur, de 182 quilates, miles de esmeraldas, perlas, rubíes y las piedras preciosas más raras. La mejor panorámica de la ciudad, la descubirá el viajero desde el telecabina de Tochal, situado a 3.933 metros de altura y desde donde podrá ver el nevado volcán Damavand.
Más ciudades de Irán:
En Esfahan contrastan el clima árido y sofocante con los hermosos jardines, puentes y azulejos, típicos de las construcciones persas y arábigas, dando a la ciudad un ambiente especial, ideal para pasear por los bazares y soñar en la frescura de los jardines. Los lugares más interesantes para visitar en esta ciudad ubicada a 400 km al sur de Teherán son la catedral de Vank, centro histórico-religioso armenio, la plaza del Imam Jomeini, una de las más grandes de todo el mundo; el Museo y parque Chehel Sotun, que data del s. XVII y es ideal para relajarse y disfrutar de un pic- nic; y la mezquita del Imam, una atractiva edificación cubierta con los famosos azulejos. Una visita a la ciudad no estaría completa sin pasar por una de las casas de té ubicadas bajo los puentes.
Bam, un oasis en medio del desierto, es una atractiva población donde abundan los eucaliptos y las palmeras datileras. Todavía se conservan algunas estructuras anteriores al siglo XII y la ciudad está completamente deshabitada, pero hay algunos lugares para visitar como la casa del hielo, donde se almacenaban bloques de hielo durante el invierno para tener agua en verano, la guarnición, cuyo eco servía como forma de amplificar el sonido, y la ciudadela interior, construida dominando el paisaje.
La magnífica Persépolis fue construida en el 512 a.C. para servir como complejo palaciego y, actualmente, se pueden visitar las ruinas que de ella quedaron luego de un incendio sucedido aproximadamente 150 años después de su fundación. En 1979 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Algunos de los lugares para visitar acá son la sala de las cien columnas, utilizada por Darío I para sus recepciones, el complejo palaciego de Apadana, donde los reyes recibían visitantes y daban fiestas, y la puerta de Jerjes, cubierta de inscripciones en lenguas antiguas.
Shiraz, una de las principales poblaciones del mundo islámico durante la Edad Media y antigua capital de Irán fue considerada cuna del estudio, la poesía y el vino. Actualmente se puede disfrutar del ambiente calmo y relajado de la ciudad mientras se pasea por los jardines, las arboladas avenidas y se visitan hermosas mezquitas. Algunos de los lugares más destacados de Shiraz son el Museo Pars, que exhibe reliquias de los tiempos de los Zand; la tumba y jardín de Hafez; el jardín de Eram, donde se puede visitar un palacio decimonónico; y el mausoleo del sha Cheragh, al que acuden cientos de chiítas en peregrinación.
Festivales
Es importante tener en cuenta la fecha de las celebraciones musulmanas –regidas por el calendario lunar-, ya que muchos establecimientos permanecen cerrados durante ellas. Los principales festejos son el mes de ayuno del Ramadán, que culmina con el banquete del Eid-e Fetr; el aniversario de Mahoma y la conmemoración de la designación del imán por parte del profeta, el Gadir-e Jom. La celebración de la Victoria de la Revolución Islámica de Irán (11/02), la conmemoración de la muerte de Jomeini y el Año Nuevo Iraní (Now Ruz), entre el 21 y el 24 de marzo; son otras de las celebraciones que vale la pena presenciar.