Oporto (Portugal) una ciudad con encanto
Viaje a Oporto, la ciudad turística por excelencia del Norte de Portugal, y el centro industrial y comercial más importante del país.
Esta ciudad establecida en la ribera del Duero y a escasos 9 kilómetros de su desembocadura, con un núcleo urbano declarado en 1996 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, se compone de unas estrechas callejuelas del siglo XIX que van a desembocar al encantador barrio de pescadores.
Cosas qué ver y hacer en Oporto (Portugal):
El puente de Don Luis I se construyo en 1886 por el discípulo de Eiffel, Theophile Seyrig. Con dos pisos y un impresionante arco de hierro comunica la parte de Oporto con su vecina Vilanova de Gaia, en la que se encuentran las famosas bodegas de Porto.
Por la parte superior del puente corre el tranvía, mientras que por la inferior pasan los coches y hay aceras para peatones en ambos pisos. Desde el piso superior hay unas vistas impresionantes del Duero, así como una bella panorámica ambas riberas del río. En la parte inferior hay una tranquila cafetería con una terraza justo al borde del río en la que se pueden disfrutar de unas estupendas vistas y puestas de sol.
De los numerosos puentes de Oporto es el más conocido e impresionante de la ciudad. Construido sobre el río Duero une la ribera de la localidad con el muelle de Vilanova de Gaia. En la actualidad forma parte del Centro Histórico de Oporto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El edificio religioso más importante de Oporto es la Catedral, situada en la zona alta de la ciudad (barrio de Batalha) junto a las murallas primitivas, en una amplia Plaza en la que también se encuentran el Museo catedralicio, un rollo de justicia y el Palacio Episcopal. Para llegar lo mejor es tomar el Funicular dos Guindais, que deja casi al lado. Está declarada Monumento Nacional.
Una de las principales atracciones turísticas de la zona baja de la ciudad es realizar un crucero por el Duero, para visitar los seis puentes que tiene la ciudad sobre el río. Hay varias empresas que organizan este tipo de cruceros, pero todos parten del muelle de la Ribeira.
Curiosamente, los barcos se llaman "rabelos", y son embarcaciones típicas utilizadas antiguamente para el transporte de toneles de vino. Hay distintos tipos de barcos, con capacidad variable entre 70 y 100 personas.
La zona más típica de la ciudad de Oporto se encuentra es el muelle de la Ribera, situado en la zona baja a orillas del río Duero. Es una especie de paseo marítimo pero fluvial, lleno de terrazas y bares con mucho ambiente y muy concurrido; también hay varias pensiones y hospederías, y el ascensor que sube a la zona alta, hasta la calle Mouzinho Silveira.
A uno de los extremos se encuentra la Plaza de la Ribera (Plaça da Ribeira), que era el centro de la actividad comercial de la ciudad desde el siglo XIV al XIX, donde se encuentra la Capilla de Ntra Sra de la Ô. Al final del muelle se encuentra el emblemático Puente de Luis I que comunica la ciudad de Oporto con la villa de Vila Nova de Gaia, donde se encuentran las bodegas de vino.
La Ribeira es el lugar más típico de Oporto, que además fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Mercado do Bolhão
Sin duda este mercado es uno de los lugares más típicos de la ciudad que todo visitante debe conocer. Este mercado ocupa toda una manzana, y se encuentra justo al lado del moderno Centro Comercial Porto Gran Plaza; se puede llegar en metro, ya que la parada está justo al lado y se llama igual (Bolhao).
Es un lugar curioso, ya que el edificio está hueco por dentro. Tiene varias plantas y los comercios se distribuyen en corredores perimetrales en torno a un gran patio central. El mercado es básicamente de alimentación, los establecimientos están agrupados por productos (una zona para el pescado, otra para la carne...), pero hay otras zonas donde se venden flores, velas y objetos de cera, regalos del tipo detalles de boda, etc. También hay algunas cafeterías y bares, que sirven también menús y alguna cosa en plan comida rápida.
Livraria Lello & Irmao
"La librería más bella del mundo"
Los orígenes de este establecimiento se remontan al año 1869 aunque el edificio, tal y como lo podemos contemplar en la actualidad sería inaugurado en Enero del año 1906.
Lo primero que sorprende al visitante es la espectacular fachada de estilo neogótico y ciertos tintes modernistas que preside el edificio. Sobre un gran arco abatido se pueden contemplar, a ambos lados de un triple ventanal, dos figuras pintadas sobre la pared del edificio, una representa el Arte, la otra La Ciencia, ambas son obra del autor José Bielman.
Traspasar el umbral de la puerta y adentrase en el interior de Lello e Irmão es sumergirse en un ambiente que rebosa calidez y amor por los libros, es viajar en el tiempo e imaginar el otrora espacio de referencia cultural en el cual grandes literatos lusos curiosearían entre los estantes de madera en busca de algún volumen de su interés, es vivir la magia de la literatura y la magia del cine, no en vano en este magnífico escenario se rodaron algunas escenas de la exitosa serie de Harry Potter.
La decoración interior es sublime, deslumbrante y a pesar de todo el espacio resulta acogedor.
Los techos y estanterías de madera aportan calidez a este auténtico “santuario de libros”, la gran vidriera, de exquisito diseño y gran riqueza cromática, añade elegancia y brillo al conjunto y por último, la gran escalera ornamental labrada en madera y con una original forma de caracol, contribuye a dar ese toque de espectacularidad que deja al visitante entre perplejo y deslumbrado.
Lello e Irmão está clasificada como Patrimonio Nacional y es sin duda una de las librerías más bellas del mundo, no es de extrañar pues, que suponga un verdadero placer husmear entre sus repletos estantes contemplando la gran variedad de volúmenes que aquí se encuentran, si la visitas seguramente no podrás evitar caer en la tentación de llevarte algún libro de recuerdo y saldrás al mundo exterior con un ejemplar entre tus manos, aunque tan sólo se trate de una simple guía de la ciudad.
Esta ciudad establecida en la ribera del Duero y a escasos 9 kilómetros de su desembocadura, con un núcleo urbano declarado en 1996 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, se compone de unas estrechas callejuelas del siglo XIX que van a desembocar al encantador barrio de pescadores.
Cosas qué ver y hacer en Oporto (Portugal):
El puente de Don Luis I se construyo en 1886 por el discípulo de Eiffel, Theophile Seyrig. Con dos pisos y un impresionante arco de hierro comunica la parte de Oporto con su vecina Vilanova de Gaia, en la que se encuentran las famosas bodegas de Porto.
Por la parte superior del puente corre el tranvía, mientras que por la inferior pasan los coches y hay aceras para peatones en ambos pisos. Desde el piso superior hay unas vistas impresionantes del Duero, así como una bella panorámica ambas riberas del río. En la parte inferior hay una tranquila cafetería con una terraza justo al borde del río en la que se pueden disfrutar de unas estupendas vistas y puestas de sol.
De los numerosos puentes de Oporto es el más conocido e impresionante de la ciudad. Construido sobre el río Duero une la ribera de la localidad con el muelle de Vilanova de Gaia. En la actualidad forma parte del Centro Histórico de Oporto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El edificio religioso más importante de Oporto es la Catedral, situada en la zona alta de la ciudad (barrio de Batalha) junto a las murallas primitivas, en una amplia Plaza en la que también se encuentran el Museo catedralicio, un rollo de justicia y el Palacio Episcopal. Para llegar lo mejor es tomar el Funicular dos Guindais, que deja casi al lado. Está declarada Monumento Nacional.
Una de las principales atracciones turísticas de la zona baja de la ciudad es realizar un crucero por el Duero, para visitar los seis puentes que tiene la ciudad sobre el río. Hay varias empresas que organizan este tipo de cruceros, pero todos parten del muelle de la Ribeira.
Curiosamente, los barcos se llaman "rabelos", y son embarcaciones típicas utilizadas antiguamente para el transporte de toneles de vino. Hay distintos tipos de barcos, con capacidad variable entre 70 y 100 personas.
La zona más típica de la ciudad de Oporto se encuentra es el muelle de la Ribera, situado en la zona baja a orillas del río Duero. Es una especie de paseo marítimo pero fluvial, lleno de terrazas y bares con mucho ambiente y muy concurrido; también hay varias pensiones y hospederías, y el ascensor que sube a la zona alta, hasta la calle Mouzinho Silveira.
A uno de los extremos se encuentra la Plaza de la Ribera (Plaça da Ribeira), que era el centro de la actividad comercial de la ciudad desde el siglo XIV al XIX, donde se encuentra la Capilla de Ntra Sra de la Ô. Al final del muelle se encuentra el emblemático Puente de Luis I que comunica la ciudad de Oporto con la villa de Vila Nova de Gaia, donde se encuentran las bodegas de vino.
La Ribeira es el lugar más típico de Oporto, que además fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Mercado do Bolhão
Sin duda este mercado es uno de los lugares más típicos de la ciudad que todo visitante debe conocer. Este mercado ocupa toda una manzana, y se encuentra justo al lado del moderno Centro Comercial Porto Gran Plaza; se puede llegar en metro, ya que la parada está justo al lado y se llama igual (Bolhao).
Es un lugar curioso, ya que el edificio está hueco por dentro. Tiene varias plantas y los comercios se distribuyen en corredores perimetrales en torno a un gran patio central. El mercado es básicamente de alimentación, los establecimientos están agrupados por productos (una zona para el pescado, otra para la carne...), pero hay otras zonas donde se venden flores, velas y objetos de cera, regalos del tipo detalles de boda, etc. También hay algunas cafeterías y bares, que sirven también menús y alguna cosa en plan comida rápida.
Livraria Lello & Irmao
"La librería más bella del mundo"
Los orígenes de este establecimiento se remontan al año 1869 aunque el edificio, tal y como lo podemos contemplar en la actualidad sería inaugurado en Enero del año 1906.
Lo primero que sorprende al visitante es la espectacular fachada de estilo neogótico y ciertos tintes modernistas que preside el edificio. Sobre un gran arco abatido se pueden contemplar, a ambos lados de un triple ventanal, dos figuras pintadas sobre la pared del edificio, una representa el Arte, la otra La Ciencia, ambas son obra del autor José Bielman.
Traspasar el umbral de la puerta y adentrase en el interior de Lello e Irmão es sumergirse en un ambiente que rebosa calidez y amor por los libros, es viajar en el tiempo e imaginar el otrora espacio de referencia cultural en el cual grandes literatos lusos curiosearían entre los estantes de madera en busca de algún volumen de su interés, es vivir la magia de la literatura y la magia del cine, no en vano en este magnífico escenario se rodaron algunas escenas de la exitosa serie de Harry Potter.
La decoración interior es sublime, deslumbrante y a pesar de todo el espacio resulta acogedor.
Los techos y estanterías de madera aportan calidez a este auténtico “santuario de libros”, la gran vidriera, de exquisito diseño y gran riqueza cromática, añade elegancia y brillo al conjunto y por último, la gran escalera ornamental labrada en madera y con una original forma de caracol, contribuye a dar ese toque de espectacularidad que deja al visitante entre perplejo y deslumbrado.
Lello e Irmão está clasificada como Patrimonio Nacional y es sin duda una de las librerías más bellas del mundo, no es de extrañar pues, que suponga un verdadero placer husmear entre sus repletos estantes contemplando la gran variedad de volúmenes que aquí se encuentran, si la visitas seguramente no podrás evitar caer en la tentación de llevarte algún libro de recuerdo y saldrás al mundo exterior con un ejemplar entre tus manos, aunque tan sólo se trate de una simple guía de la ciudad.