Valle de Arán, un mundo aparte dentro de Cataluña
El Valle de Arán es la comarca más peculiar de Cataluña. Aislada del resto posee una cultura diferenciada, más cercana a la occitana que a la catalana y dispone además de una lengua propia (el aranés), un sistema de gobierno autónomo y unas tradiciones bien diferenciadas de las de sus vecinos.
Su carácter montañés y su posición geográfica en mitad de los Pirineos fueron un obstáculo para su desarrollo en el pasado. Sin embargo hoy son las ventajas que la han convertido en una de las grandes capitales del esquí en España y un destino ideal para los amantes del turismo rural y de aventura.
La quincena de iglesias románicas que se encuentran repartidas entre Vielha (capital del valle) y las poblaciones secundarias (Sant Andréu de Salardú, Santa María d’Arties, Sant Miquèu de Vielha, Sant Andréu de Casau o Santa María de Cap d’Aran) son el gran patrimonio cultural que esta tierra aporta a la región pirenaica y a Cataluña. Son pueblos de montaña son acogedores y bonitos, con calles empedradas y casas tradicionales pirenaicas.
Pero la mayoría de la gente viene aquí en busca de la nieve y los deportes de aventura. Su clima atlántico garantiza la presencia del blanco elemento durante todo el invierno y lo convierte en un paraíso para los esquiadores que acuden fieles cada año a su cita en Baqueira, Beret y Bonaigua. Además del esquí alpino también se puede practicar aquí el snowboard y el esquí nórdico entre otros.
La orografía del Valle de Arán, rodeada de altas cumbres, y su clima particular ofrecen a los observadores de la naturaleza una gran riqueza de flora y fauna autóctona. No en vano los excursionistas aprecian los principales senderos que rodean el valle: el GR 10 al norte y el GR 11 al sur, además del GR 211 o “circuito del valle”. Si viajamos en familia podemos optar por otros itinerarios menos exigentes.
Y no solo eso: rutas de bicicleta de montaña, alpinismo, rafting, piragüismo en aguas bravas o tranquilas, escalada, pesca… Las posibilidades de ocio en el Valle de Arán no se acaban.
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