Guadalajara España turismo, pueblos con encanto
Se sitúa en la zona central de España, en el noreste de Castilla-La Mancha. Para conocer el entorno natural de esta zona es recomendable visitar sus famosos Pueblos de la Arquitectura Negra.
Además, el visitante puede encontrar diversos entornos naturales protegidos como el Parque Natural de Hayedo de Tejera Negra.
La capital, junto al río Henares, es una población de aire renacentista, con monumentos como el palacio de los Duques del Infantado y las Iglesias de San Ginés, Santiago, San Francisco y Santa María.
En la provincia de Guadalajara, bellos paisajes, pueblos pintorescos, antiguas villas de noble abolengo con interesantes recuerdos históricos, notables obras de arte y fiestas evocadoras de muy antiguos aconteceres. Poblaciones a destacar: Sigüenza, Brihuega, Atienza, Cogolludo, Molina de Aragón, Jadraque, Atienza, Hita, Pastrana y Tendilla. En bellezas naturales, los valles del Bornoba y el Sorbe, el Valle del Badiel y la grandiosidad de la zona del Alto Tajo. La caza y la pesca son atractivos de gran interés. Hay bellos paisajes en los ríos Gallo (cerca de Molina de Aragón) y Dulce (cerca de Sigüenza).
A nivel cultural, son imprescindibles los conjuntos histórico - artísticos de varias de sus localidades como Atienza, Brihuega, Hita, Molina de Aragón, Palazuelos, Pastrana y Sigüenza. También es interesante el hecho de que Guadalajara es la tierra protagonista del libro “Viaje a La Alcarria” del Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela. En la gastronomía de la zona, las carnes poseen un papel muy importante, por lo que el visitante no puede dejar de probar el asado de cordero o de cabrito.
El clima de la ciudad de Guadalajara es continental, con contrastes muy marcados en sus temperaturas y registra pocas precipitaciones. Es el típico clima de la Meseta Central. La temperatura media en invierno es de 5º y en verano de 24º, pero puede alcanzar los 40º y los -10º en invierno.
En Guadalajara viven 67.108 personas, y está a 679 metros de altura sobre el nivel del mar. Tiene clima con primaveras y otoños agradables, y sus plantas aromáticas, muy variadas, producen la famosa miel de la Alcarria.
Conserva restos de murallas árabes, como los torreones de El Alamín y de Alvar Háñez.
El palacio del Infantado es el edificio emblemático de la ciudad de Guadalajara, pues a su importancia capital en la historia del arte español y occidental, une la característica de ser la expresión más depurada de la historia de un linaje que dio vida a la ciudad durante siglos: Los Mendoza.
Lo más llamativo del palacio del Infantado es su fachada. Ofrece una mezcla muy vistosa de estilos, pues el gótico flamígero se da la mano con lo mudéjar y con variados detalles del Renacimiento avanzado.
Fue trazado y dirigido por Juan Guas, autor primeramente del castillo mendocino del Real de Manzanares, y del monasterio toledano de San Juan de los Reyes, y luego de varias obras en la catedral toledana y de la hospedería real en Guadalupe.
La galería del jardín, construida hacia 1496 por Lorenzo de Trillo, cubre el flanco de poniente del palacio, constando de una doble serie de arquerías, con columnas prismáticas de moldurados capiteles, y sus paramentos decorados con hiladas de arquitos lobulados. En el interior del palacio, ya nada queda de sus antiguos artesonados mudéjares, perdidos en el bombardeo de 1936.
Alberga el Museo Provincial de Bellas Artes, en el que se exponen diversos elementos de arqueología, útiles de agricultura, escultura, pintura, etc. Entre los cuadros destacan obras de Alvarez de Miranda y, sobre todo, la Virgen de la Leche, de Alonso Cano.