El interior de
Colombia está surcado por cientos de ríos, pero ninguno como
Caño Cristales, conocido también como “el río de los cinco colores”, hermoso y espectacular. Su cauce discurre por la Sierra de la Macarena, unos 200 kilómetros al sur de Bogotá.
Hay un momento especial para visitar
Caño Cristales, entre septiembre y noviembre, en la época de tránsito entre las estaciones seca y lluviosa, cuando se produce la explosión de colores que transforma por completo el aspecto de este río. Es en ese momento (puede durar varias semanas) cuando el nivel del agua desciende lo suficiente para que los rayos del sol del trópico deje sentir su influencia sobre el musgo y las algas que viven en el lecho fluvial.
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En
caño cristales los colores los pone la sorprendente flor de la macarenia clavigera, una especie única que sólo crece en este lugar y que hace que las aguas del río adquieran un tono rojo brillante. Sin embargo, no es este el único color con el que
Caño Cristales se pinta. Los fotógrafos se vuelven locos captando toda una paleta de ocres, azules, verdes y amarillos, todos ellos mecidos por movimiento de la corriente del agua.
No solo amantes de la fotografía, también pintores, curiosos y aficionados a los paseos por la naturaleza acuden en masa a las inmediaciones de este privilegiado rincón para deleitarse con sus colores y su belleza.
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Todos llegan a
Caño Cristales a pesar de encontrarse en una zona remota y aislada de difícil acceso por carretera. Pero antes era peor: durante años el acceso a este lugar era imposible ya que toda la región fue cerrada al público por motivos de seguridad, cuando la amenaza terrorista en la región pasaba por sus peores momentos.
Por fortuna, el camino a
Caño Cristales fue abierto de nuevo al público en el año 2009, permitiendo a los turistas disfrutar de sus maravillas.
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